24 Junio 2021

Sexto aniversario de la colocación de la primera piedra del Terra Sancta Museum

Hoy, 6 años después de la colocación de la primera piedra del Terra Sancta Museum, publicamos el discurso pronunciado en el Convento de la Flagelación por el entonces Padre Custodio Pierbattista Pizzaballa, ahora Patriarca Latino de Jerusalén. Sus palabras, hoy como entonces, inspiran la acción de los franciscanos y de todos los laicos que se comprometen cada día en la construcción del Terra Sancta Museum. 

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Jerusalén, como sabemos, es una ciudad con vocación universal. Desde nuestro punto de vista, debemos insistir en la necesidad de preservar el carácter cristiano de la ciudad de Jerusalén como uno de los elementos constitutivos de su particular configuración.

Por configuración universal entendemos la realidad en la que judíos, musulmanes y cristianos han vivido durante siglos compartiendo espacios y, a veces, las mismas tradiciones; la realidad en la que todas las comunidades expresan sus tradiciones y narrativas históricas, una cercana o conectada a otra. Universal significa: abierta al mundo, pero también que contiene en sí misma la vida del mundo. Estas vidas se pertenecen unas a otras.

Jerusalén perdería su universalidad si no mantuviera visibles y públicos todos los elementos de este carácter, incluido el carácter cristiano.

Con carácter cristiano se entiende: 

La posibilidad de rezar públicamente en la ciudad. En esta ciudad, el sentido europeo de reservar la oración para un ámbito más íntimo no es tan importante. Los musulmanes rezan públicamente. Los judíos observan públicamente el Shabbat. Los cristianos deben poder hacer lo mismo de acuerdo con sus diferentes tradiciones.

• De apoyar las diversas instituciones cristianas (escuelas, hospitales, etc.) 

• De apoyar la presencia cristiana y su desarrollo demográfico natural.

• De preservar los lazos naturales entre los cristianos de Jerusalén y sus hermanos de Tierra Santa.

• De conservar el enorme patrimonio cristiano, su historia y sus tradiciones. 

Los cristianos son parte de la identidad de esta Ciudad Santa, y sin ellos Jerusalén no puede ser la ciudad con vocación universal, «porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos» (Is. 56, 7). En este contexto nació la idea del Terra Sancta Museum. 

Inicialmente, la Custodia de Tierra Santa quería crear un espacio donde exponer los numerosos objetos históricos recibidos como donaciones a lo largo de los siglos y donde los peregrinos -pero no solo ellos- pudieran conocer la historia de los Santos Lugares que vienen a visitar. Poco a poco nos dimos cuenta de que era necesario dotar a estos proyectos de un contexto único y una visión más amplia, por lo que se nos ocurrió la idea del Terra Sancta Museum. No solo un lugar para colocar estas grandes cantidades de objetos, sino un centro cultural «vivo» cuya finalidad será dar a conocer a todos los vínculos entre la ciudad y las tradiciones cristianas, locales e internacionales, desde los primeros siglos hasta nuestros días.

El nuevo Museo mostrará cómo y dónde vivieron los primeros cristianos; lo que vieron los peregrinos del primer siglo y lo que las Iglesias Cristianas del mundo han hecho a lo largo de los siglos para mantener activa su relación con la Iglesia Madre.

Los dones de los Reyes de España, Francia, Reino Unido y muchos otros, junto con los utensilios de la vida cotidiana de los franciscanos, las lámparas, monedas y cerámicas de los primeros siglos con los objetos de arte bizantino, y después las Cruzadas y los Mamelucos formarán parte de los activos expuestos. La enorme colección de firmanes turcos, las cartas papales con los sencillos registros de los monasterios mostrarán una maravillosa historia de la vida de la comunidad cristiana de Jerusalén, que, a pesar de todas las dificultades, siempre ha formado parte de esta ciudad. Jerusalén siempre ha estado verdaderamente abierta al mundo, pero también ha contenido siempre dentro de sí misma la vida del mundo.

Con el Terra Sancta Museum queremos crear el punto de referencia para todos aquellos que buscan este aspecto, esta identidad de Jerusalén.

Sabemos perfectamente que no somos los únicos cristianos de la ciudad y que hay muchas otras tradiciones cristianas, especialmente las orientales. Esperamos que en el futuro las otras Iglesias también se unan a nosotros en este proyecto. Un día podría ser posible crear en Jerusalén una red entre los distintos Centros Culturales (no solo cristianos) que permita a los visitantes, pero sobre todo a sus habitantes, respirar esta peculiaridad de Jerusalén.

Alguien tiene que empezar y ¿por qué no, la Custodia y los franciscanos?

Este proyecto nace internacional y nosotros, los franciscanos, queremos ponernos al servicio de esta idea, que ahora consideramos una misión. Ya hemos recibido muestras de interés de otros Centros Culturales de Jerusalén. La presencia hoy aquí de representantes de distintos países nos confirma que contamos también con una gran atención desde el exterior. 

Quiero agradecer a fray Alliata, director del Museo del Studium Biblicum Franciscanum por su apoyo, en particular a la Asociación pro Terra Sancta a la que la Custodia de Tierra Santa ha confiado la tarea de llevar a cabo este proyecto y a todos los que nos han apoyado y patrocinado, permitiendo que finalmente hoy hayamos podido comenzar con los trabajos.

Que es Señor os bendiga a todos.

Gracias.

Fray Pierbattista Pizzaballa, ofm

Custodio de Tierra Santa

[es]Vista general de la Basílica del Santo Sepulcro desde lo alto del campanario luterano ©CTS[/es][fr]Vue générale de la basilique du Saint-Sépulcre du haut du clocher luthérien ©CTS[/fr][it]Vista generale della Basilica del Santo Sepolcro dall’alto del campanile luterano ©CTS[/it][en]General view of the Basilica of the Holy Sepulchre from the top of the Lutheran bell tower ©CTS[/en]

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